28 jul 2013

SOUNDS IN MOTION


Los domingos se deslizan irremisiblemente hacia el final de la semana. Se escurren, como se arrastra la música de Bowery Electric. Llevo en pie más de tres horas. He desayunado mi plato de fruta viendo como amanecía. No debería escribir, pero hay dos ojos que esperan. No quisiera hacerlo porque no necesito hacerlo. Pero el ego a veces puede más que la voluntad negativa. Otro día de calor nos espera. Menos mal que la piscina salvará mi alma del sudor de mi frente. Días tranquilos. No hay que hacer nada porque nada está hecho, y nada hay que hacer porque nunca se hizo nada. La gente me lee, acabo de constatarlo, pero no me lo explico. No digo nada interesante, y mis tonterías a veces no me interesan ni a mí mismo. Pero hay dos ojos que esperan. Aunque no quieras pensar en ti, hazlo por los demás. Los otros te quieren aunque tú vayas de huidizo. Los ganadores aman a los perdedores, nunca sabrán lo que es el vacío, y eso les atrae. Lo imperfecto se ambiciona cuando no hay nada. El calor me mata lentamente. Segundo a segundo noto como el sudor me resta agua vital para seguir viviendo. Como resta de tus ingenuas sumas. Pero mi bautizo pagano en agua impura me devolverá la salud temporal. Sólo debería leerme quien me conoce. Las palabras sueltas no tienen sentido por sí solas. Has de unir las piezas para conseguir ver la punta del iceberg. Debo darme de vez en cuando. Mostrar mis carencias, devolver mis virtudes a quien deseo hacerlo. A quien desea estar cerca de mí. Y disfrutarme sólo con una mirada filtrada bajo un sol avasallador. El riff de guitarra es eterno. Como lo es el deseo de atrapar un instante de felicidad. Son días felices, con rumbo fijo y mirada cercana. Tengo que romper las dimensiones que me coartan a la hora de vomitar letras. Tengo que ser más explícito, rodeado de niebla. Volverán las oscuras golondrinas, los furtivos besos, las olas mudas y los campos ciegos. Desiertos urbanos eléctricos rodean mi isla de agua seca. Trance dominical con el mecano desmontado. Ya no oigo el ventilador, la electricidad atrona y lo cubre todo. Caos y orden para un nuevo agosto.

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