20 mar 2012

LA ENERGÍA DE PLUTÓN

Está sonando lo nuevo de Garbage en la radio. Inclasificable, tirando a flojo. He visto el principio del nuevo vídeo de Lana Del Rey. Promete. El blanco y negro es total. He leído esta mañana una entrevista a Paul Weller. Vuelve a tener toda mi fe, esperanza y caridad.
He ido a la farmacia. Me duele el lado derecho de la espalda (sintomático y revelador). Me han vendido una mezcla de paracetamol y relajante muscular. Dos pastillas cada ocho horas.
Mickey Mouse en la tele. The Grid en el coche. PSB en el subconsciente.
Sigo bajando Marc Almond, además de cosas de Blondie que no tenía. Las circunstancias hacen que me tome las cosas con filosofía zen y contención luterana a partes iguales.
Nuevo blog en el presente. El anterior ha caído en desgracia. Ya no me pone el cerebro palote. Estoy en una fase de poner en marcha cosas, no de mantenerlas vivas. La Red te permite ir lanzando botellas al infinito, y eso provoca mi furor. Más es más.

15 mar 2012

STATION TO STATION

Ahora mismo estoy bajando Soft Cell y Marc Almond. Hace poco This Mortal Coil y Yazoo. Mientras escribo estas líneas suena The Monochrome Set. Aún me quedan 381 gigas por llenar. El disco duro pequeño se estancó el día que cayó megaupload. Aún hay música en la Red, pero lo que es imagen ya pasó a mejor vida.
Tengo un nuevo blog, pero mi interés en él ha caído en picado. Mantener es más aburrido que crear. Sigo con la biografía de Nico. Y la lectura de SModa. En la próxima madrugada empezará el campeonato de F1 2012. Veré la clasificación y la carrera porque puedo (y quiero). Quiero ir a ver Los idus de marzo. Y esta tarde-noche Athletic vs Manchester United.
Sigo vivo.

3 mar 2012

EL DÍA QUE VOLVÍ A STUDIO 54

He regresado al lugar de los lugares. Pongamos que hacía veintitantos años que no volvía a entrar allí. Ya no se llama así, ya no se usa para lo que se usaba, y ya no hay piscina en el escenario. Pero el espíritu aún reina, y además, y como vestigio físico, han conservado el magnífico techo que cubría nuestros hedonistas deseos. No he sentido nada especial porque ya no es lo mismo, ni por dentro, ni por fuera. Pero sigue allí nuestro monolito particular en forma de edificio aséptico, y eso nos recuerda que una vez fuimos jóvenes insolentes y divertidos. Que así siga siendo.

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