3 mar 2012

EL DÍA QUE VOLVÍ A STUDIO 54

He regresado al lugar de los lugares. Pongamos que hacía veintitantos años que no volvía a entrar allí. Ya no se llama así, ya no se usa para lo que se usaba, y ya no hay piscina en el escenario. Pero el espíritu aún reina, y además, y como vestigio físico, han conservado el magnífico techo que cubría nuestros hedonistas deseos. No he sentido nada especial porque ya no es lo mismo, ni por dentro, ni por fuera. Pero sigue allí nuestro monolito particular en forma de edificio aséptico, y eso nos recuerda que una vez fuimos jóvenes insolentes y divertidos. Que así siga siendo.

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