
Nos situamos en septiembre del 98. Un gran viaje por delante. Días de descubrimiento de nuevas tierras. Y esa canción siempre de fondo. Me jode decirlo, pero hay momentos mágicos que nunca más volverán. Y aquellos lo fueron. No es verdad lo de que nunca el tiempo pasado fue mejor. Siempre hay cosas buenas y malas, en todas las épocas, en todas las etapas, en todos los caminos, en todos los transbordos, pero hay instantes que nunca se borrarán de nuestras selectivas memorias. Me alegro de poder acordarme del pasado, me alegro de saborear el presente y me alegro de ir avanzando con paso firme hacia el futuro. Esta botella que lanzo hoy al agua posiblemente nunca será vista, pero recordará que una vez existí.