6 dic 2011

NUEVOS BUCLES

Es fiesta, dicen que es fiesta. En mi mundo es otro día. Uno más, uno menos, eligan ustedes. De entrada he dormido una hora más. Bien, vamos mejorando. Hoy podría ver de nuevo Mimic. Me gusta Guillermo Del Toro. Me gusta lo mejicano, quizás menos Méjico. A veces la virtualidad es mucho mejor que la realidad. Ayer cené mejicano en un restaurante mejicano que no está en Méjico. Lo más cercano a Méjico que he comido mejicano fue en San Francisco. Fue al día siguiente de llegar. Aún con la resaca del jet-lag, esa comida nos puso a tono. Me da miedo no poder andar por una ciudad, estar todo el rato con los ojos abiertos de par en par por miedo de ver qué ocurre. Nos están abocando al puto caos los hombres y sus falsas reglas de pensamiento bienestante. El mundo es mundo desde tiempo inmemorial, pero estamos acelerando con nuestros actos inmundos el que todo se vaya a la porra antes de tiempo. No nos fijamos en el futuro próximo, sólo pensamos en rentabilizar el ahora de forma exagerada. Si frenáramos nuestra desmedida voracidad nos sentiríamos mejor y haríamos que los demás se sintieran mejor. Pero predicar en el desierto no es lo mío. Todo pasa porque cada uno oiga la voz de su conciencia, ésa que ahogamos a base de capas y capas de falsa honorabilidad. Somos inmorales en nuestros actos no en nuestros pensamientos. Mancos nos deberíamos quedar durante un tiempo. Casi nada es controlable aún con la mente. Somos así de primitivos en pleno siglo XXI. Nos creemos el centro del mundo de uno que no existe. Estamos aún en la Edad Media. Que sólo se sustenta en falsas necesidades y en pensamientos retrógados y oscurantistas. Donald Fagen me da alas, y eso que tengo los pies fríos. No todo iban a ser comodidades. Por lo demás, todo tranquilo. Buena mar y ganas de seguir adelante en busca de un nuevo mundo.

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