skip to main |
skip to sidebar
NUNCA DIGAS ADIÓS
Los lunes me gustan. Quizás ya lo he dicho antes, pero no me importa repetirme. Es el día de vuelta a la realidad después de un fin de semana donde nos disfrazamos de deseo. El que engarza un inútil domingo con un invisible martes. El que inspiró a New Order y nos hizo entrar en la más fastuosa modernidad que nunca pudimos llegar a imaginar. El que hizo que Shaun Ryder se saliera de madre y nos martirizara con 24 horas seguidas de fiesta. Al sol o a la profunda oscuridad, pero nunca con aires de derrota. ¿La semana laboral es el premio a un finde impuesto o la fiebre del sábado noche es el premio a las 40 horas semanales de trabajos forzados que nos ha condenado esta maldita sociedad idiota? Nunca lo sabremos porque sea lo que sea nunca podrá ser elegido libremente. Nos hemos dotado de cadenas porque en el fondo somos unos masoquistas insustanciales. Nunca podremos huir del planeta de los simios.