26 ago 2011

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Cuando no duermes, te das cuenta realmente del calor que hace. Sigo con mi rutina matinal de andar una hora (en estos momentos de 6.30 a 7.30, la semana que viene será de 8 a 9). Estoy en esa fase en la que llego a buscar el dolor físico (los primeros días son horribles, notas cada centímetro magullado) para valorar el esfuerzo que hago cada mañana por sanear mi estado corporal. Demasiado tiempo inmóvil, demasiado tiempo a merced de la comodidad. Tengo que probarme, tengo que autoempujarme a salir fuera. Sigo mi particular senda de los elefantes a buen ritmo, que es de lo que se trata. Este finde hay F1 por fin. Todos hemos acabado nuestras vacaciones. Tengo sed. Creo que he bebido demasiado. La jodida balanza sigue sin funcionar. Cansado, pero vivo. Guay.

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